domingo, 19 de julio de 2020

Una introducción a la cristiada por parte del Máster


¿Qué fue la cristiada?



La Cristiada fue un movimiento armado que se dio principalmente en el occidente del país. Debo de comentar que desde principios del México independiente y todo lo que siguió el siglo XIX con la lucha entre liberales y conservadores, ha existido una pugna entre la Iglesia y el Estado.

Los liberales buscaban llevar a cabo un proceso de “secularización”, o sea, por un lado la incautación de bienes de la Iglesia, el paso de ciertas instituciones o acciones que realizaba esta misma a manos del poder civil, como tribunales, el registro de nacimientos, defunciones, el control de los cementerios e incluso la administración del matrimonio.[1]

Por otro lado, algunos liberales también buscaban hacerse de cierto control de asuntos eclesiásticos, como lo tuvieron en años anteriores los reyes de España con el “regio patronato”; claro que la situación era diferente, ya que los reyes de España eran católicos y recibían éstos privilegios por parte del papa, los liberales, dentro de su proyecto anti eclesiástico se ganaron en muchas ocasiones la enemistad, no sólo de los altos prelados de la Iglesia mexicana, sino también del papa.[2]

Pasando rápidamente por éstas, las leyes promovidas por los liberales fueron haciendo más fuerte la pugna entre la Iglesia y el Estado, como las propuestas de Gómez Farías, la llamada Ley Juárez, la Ley de desamortización de bienes conocida como “ley Lerdo”, la constitución de 1857, las leyes de reforma y finalmente la constitución de 1917, esta última promovida por el nuevo Estado revolucionario.[3]

Como reacción a las anteriores leyes de la constitución de 1917, Jean Meyer menciona que hubo varios levantamientos armados de campesinos sin jefes conocidos a quienes llamaron los “religioneros” por defender la religión, y a finales del siglo XIX, varios historiadores comenzaron a llamarlos "Cristeros".[4]

Así que en resumen, las leyes promovidas en éste último caso, por los revolucionarios, empezando por la constitución de 1917, a la que le llamaban “reforma de la de 1857” y más tarde un capítulo adherido al código penal el 14 de junio de 1926 “en materia de culto público y disciplina externa” conocido como Ley Calles, fue uno de los principales detonantes del posterior levantamiento de cristeros en varios estados del país.[5]


¿Las leyes fue lo único que movió a los cristeros a levantarse en armas o hay otros puntos que pueden tomarse como antecedentes?



Por un lado, en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, fue una época de marcado activismo social por parte de los laicos que conformaban la feligresía católica en varios países de Europa y de América, por ejemplo, en Prusia, un territorio que hoy forma parte de Alemania, hubo un conflicto entre la Iglesia y el Estado, promovido por Bismarck y los liberales alemanes, llamado “Kulturkampf” o combate cultural.[6]

Pues las reacciones católicas a los liberales en aquella región fue la fundación de una asociación conocida como “Acción católica”, la cual ha buscado mantener la unidad católica y defender la libertad de la Iglesia y contrarrestar la acción funesta de la impiedad, o sea, combatir todo lo que se oponga a la piedad y a la fe católica.[7]

Entones, fueron apareciendo varias asociaciones de acción católica en Alemania, Bélgica, Italia, Francia, España y aquí en México, la fundación, en 1913 de la ACJM o Asociación católica de la juventud mexicana,[8] la cual va a tomar un papel muy importante en la lucha cristera, y debo mencionar que la acción católica en todo el mundo, contaba con el apoyo del papa Pío XI.

También fueron formándose asociaciones obreras católicas, como resultado de la publicación de la encíclica escrita por León XIII, “Rerum Novarum”, que fue la primer encíclica social de la iglesia; como resultado, comenzaron a fundarse sindicatos católicos, esto también como reacción a los sindicatos fundados por “rojos” o personas de ideas marxistas y también dio entrada nuevamente a los católicos en la política, con la fundación, en 1911, del partido católico nacional, que logró ganar diputaciones en algunas legislaturas durante el período revolucionario.[9]

Entonces, siendo una época de amplio activismo católico como ahorita lo veremos, pues una serie de hechos y atrocidades cometidas por los revolucionarios, más las leyes en materia de cultos, fue lo que ocasionó que los católicos decidieran levantarse en armas contra el gobierno.

¿Qué otras acciones fueron motivando que los católicos decidieran levantarse en armas?


Haciendo mención de los revolucionarios, muchos de ellos con ideas anticlericales como Calles, Obregón, Manuel M. Diéguez, Carranza, entre otros, que hicieron acciones como Obregón en Guadalajara, a su entrada el 8 de julio de 1914, pues alojó a sus tropas en algunas iglesias, el arzobispado, el colegio jesuita, entre otros.[10]

Hubo un atentado, en 1921, donde un empleado de gobierno colocó una bomba al pie del altar de la virgen de Guadalupe, lo que provocó una explosión que hizo que milagrosamente la imagen quedara intacta.

En 1918, hubo un decreto en Jalisco parecido a la ley calles, llamado “decreto 1913”, promovido por el gobernador interino, Manuel Bouquet, donde limitaba el número de sacerdotes en relación al número de fieles y poniendo algunas otras restricciones en los templos.[11]

Posteriormente la aprehensión y expulsión de Jalisco del arzobispo, Mons. Orozco y Jiménez, hizo que los ánimos católicos se encendieran, repartieran manifiestos en las casas de varios católicos y organizaran un boicot económico. Por ese entonces se editaba clandestinamente un periódico semanal, titulado “la Palabra”, que dirigía un líder cristero de nombre Anacleto González Flores, el cual mencionaré más adelante, y consistió, este boicot, en no pagar impuestos, no consumir billetes de Lotería Nacional, no usar tanto el carro para no comprar gasolina y no comprar a varias marcas de comida, bebidas, cerveza que, decían, apoyaban al gobierno.[12]

Éste boicot, fue realmente exitoso, y provocó un duro golpe a la economía nacional, lo cual hizo que se retiraran varios decretos por órdenes de Carranza e hicieron volver a Mons. Orozco a Guadalajara.[13]

Como figuras clave, vamos a tener, entre los líderes católicos, principalmente de Jalisco, que fue, diríamos el estado con más participación en la guerra cristera, a Mons. Orozco y Jiménez y un abogado de Tepatitlán, de nombre Anacleto González Flores, quien más tarde cambiaría su residencia a Guadalajara.

Cabe mencionar, que otro hecho que influyó para que estallara la guerra cristera, fue un intento del gobierno de hacer que la Iglesia rompiera con el Vaticano; por esa época hubo algunos casos de personas que supuestamente hacían milagritos por ahí, como en el caso de algunos curanderos como el niño Fidencio, Teresa Urrea o don Pedro Jaramillo,[14] que se convirtieron en figuras de culto por algunas minorías.

A lo que voy mencionando a estas personas, es que hubo quienes tomaron iniciativas de hacer sus propios cultos religiosos, por mencionar el más famoso, el de una iglesia nacional mexicana, promovida por dos sacerdotes suspendidos en sus funciones, José Joaquín Pérez y Manuel Monge, quienes contaron con el apoyo del general Calles, quien les cedió la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad y posteriormente el templo de Corpus Christi, ambos en la Ciudad de México.[15]

En el caso de Jalisco, apareció otro culto religioso, promovido por el llamado “hermano Aarón” o Eusebio Joaquín González, quien fundó la hoy conocida iglesia la luz del mundo, proyecto que hasta en los años 40s, el gobernador Marcelino García Barragán le cedió los terrenos de la hoy conocida como hermosa provincia.[16]

Lo anteriormente mencionado, más el caso de intentar fundar la iglesia nacional mexicana y tratar de alejar a la iglesia de Roma, fue otro punto que hacía hervir los ánimos de muchos católicos.


¿Cuál fue el punto detonante del levantamiento cristero?

En Junio de 1926, se publicaría la famosa “Ley Calles” o 515, que se refiere a “Delitos y Transgresiones” en el ejercicio de la religión y decreta que quien no la obedezca, tal como  el presidente Plutarco Elías Calles la ha redactado sufrirá el castigo. Dicha ley contenía 33 artículos y en términos generales, esta era un decreto reglamentario del artículo 130 constitucional.[17]

Hubo en Jalisco y varios estados aledaños una fuerte reacción debido a las acciones que el gobierno federal estaba realizando. El 31 de julio, varios católicos se amotinaron en la capilla de Jesús en la ciudad de Guadalajara, quienes lincharon al jefe de las Comisiones de Seguridad, José Becerra al grito de “Viva Cristo Rey”, ese mismo día se inició la suspensión de los cultos en todos los templos del país.[18] La multitud había invadido el templo y sus alrededores para evitar todo atentado. El 3 de Agosto se daba un nuevo enfrentamiento en el Santuario de Guadalupe, en la misma ciudad, en el que se desató un tiroteo entre ambos bandos.[19]

Con ocasión de las fiestas de la Virgen de Guadalupe en diciembre de 1926, se organizaron numerosas peregrinaciones, que eran otras tantas asambleas de la UP, en que se cantaban los misterios del rosario y ya se estaba llegando a hablar de tomar las armas.[20] Los choques contra el gobierno se estaban multiplicando: el cierre de las iglesias, la  ejecución de inventarios, detenciones de sacerdotes y seglares, entre otras causas directas que dieron lugar a los levantamientos defensivos de 1926 a 1929.

En los últimos meses  de 1926 se empezó a preparar el levantamiento propiamente dicho que ocurriría en enero del año siguiente. Ya se planteaba de manera clara el problema: unos proponían necesaria una revolución armada para combatir al gobierno. En eso un jefe cristero, Victoriano Ramírez dijo: “no hay más remedio, nomás de echar cocolazos”.[21]

En 20 municipios de 118 que tenía Jalisco hubo levantamientos entre agosto y diciembre de 1926, mientras el general en jefe de la región militar declaraba a la prensa: “que no existe problema militar en Jalisco”. [22]

Monseñor Orozco y Jiménez había aconsejado que las actividades sociales de los jaliscienses no las convirtieron en guerreras; pero principalmente obedecía a la firmeza inquebrantable del líder tapatío (Anacleto González flores), que no había consentido que se levantaran en armas un solo hombre de la UP.[23] Y sólo a fines del mes de diciembre fue cuando Anacleto González flores –muy a regañadientes- aceptó el recurso a la fuerza decidido por la liga –quien finalmente decidió que la mejor manera era la lucha armada- y lo leyó en la convención de la UP, reunida en Guadalajara para las elecciones internas.[24]

Anacleto González flores tenía sus claros motivos para rechazar la guerra, tenía la firme convicción que la estrategia bien organizada de la UP era el mejor medio para combatir al gobierno, él estaba en contra de la lucha armada, la cual concebía sólo como un último recurso, pero al final tuvieron que hacerle entender que los hechos ya no requerían más recursos pacíficos y tenían que entrar de una manera u otra a combatir por las armas.[25]

Llego el momento de que estallara la revolución en el mes de enero de 1927, grupos de católicos se levantaron en armas contra el gobierno de Calles al grito de “¡Viva Cristo Rey!” y la Virgen de Guadalupe.[26]


 ¿Qué años abarcó la cristiada?

Fueron los años de 1926 a 1929, dando fin a esta con unos llamados “arreglos” que hicieron dos obispos con el gobierno, aunque más adelante hablaré más detalladamente sobre estos, ya que no todos los cristeros estuvieron de acuerdo con ellos.

 ¿Cómo se organizaron los cristeros o, más bien, quiénes dirigieron la lucha cristera?

Aparte de la ACJM y de la liga nacional para la defensa de la libertad religiosa, esta última fundada en 1925, los católicos, desde 1913 hasta el estallido del conflicto en 1916, ya habían fundado otras asociaciones en las que agrupaban a varios católicos, hombres y mujeres dispuestos a participar en la lucha cristera.

Entre las que les puedo ahora mencionar, son la Unión de Católicos Mexicanos, más conocida como la “U”, fundada en Michoacán aproximadamente en 1918, siendo extendida entre 1919 o 1920.[27]  Su manera de actuar era la de una sociedad secreta,  buscando destruir a la masonería utilizando su misma manera de actuar, a esta pertenecían o pertenecieron la mayoría de jefes cristeros del occidente de México.[28]

Las mujeres también tuvieron parte activa en el movimiento, así que también existieron algunas organizaciones como las Damas Católicas, la Unión de Empleadas Católicas (UEC) y las brigadas femeniles Santa Juana de Arco (BB), siendo esta última la más importante. Fundada en 1927 en el municipio de Zapopan por Luis Flores y María Goyas, dirigentes de la UEC.[29] Su labor fue de suma importancia en la lucha armada, al principio actuó de manera secreta dándose a conocer más tarde, teniendo el gobierno noticias de ésta sino hasta 1929.[30] Su labor fue la de procurar dinero y provisiones a los combatientes, además de proporcionar informes, refugio, labores de enfermería y ocultarlos en caso de ser necesario.[31]

En la ciudad de México se formaría otra organización, la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa o LNDLR, fundada en 1925 y que agruparía a la mayoría de organizaciones católicas como las anteriormente mencionadas y algunas otras como la ACJM, la Adoración Nocturna, la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la Federación Arquidiocesana del Trabajo, la Congregación Mariana de los Jóvenes, la Unión Popular entre otras.[32] En resumidas cuentas el objetivo de haberse fundado era el de unificar a todos los grupos católicos y coordinarlos desde este organismo de carácter centralizador.

No obstante en Jalisco se había hecho algo parecido, al tratar de unificar a todas las organizaciones católicas dentro de un Comité de Defensa Religiosa que entraría en operaciones en enero de 1925[33], consumándose con esto una idea concebida desde años atrás. Su creación fue a causa de que el gobernador Diéguez dispuso la clausura de los seminarios mayor y menor el 22 de diciembre de 1924. A poco de constituido el dicho comité, pasó a convertirse en la “Unión Popular de Jalisco.”[34]

Comentarios finales

Tratar el tema de la Cristiada es muy extenso, ya que fue el resultado de un proceso que se dio gracias al catolicismo social y que culminó con la reacción al anticlericalismo del presidente Calles y varios revolucionarios.

Para más información entra a mi canal y checa los siguientes videos:

Parte 1: https://www.youtube.com/watch?v=5-7eLNNunys



[1] Meyer, Jean, La Cristiada, 3 vols. (México: Siglo XXI Editores, 9ª Edición, 2010), 2:20-21.
En 1857 se había establecido el matrimonio como un sacramento administrado por la autoridad eclesiástica, del cual solo había que informar a las autoridades civiles para que tuviera efecto oficial; la nueva ley lo consideraba un contrato civil que debía celebrarse ante las autoridades gubernamentales. Lira Andrés  y Anne Staples, “Del desastre a la reconstrucción republicana”, Velásquez García, Erick, et. Al., Nueva Historia General de México, (México: El Colegio de México, 2013), 466.
[2] Meyer, Jean, La Cristiada, 3 vols. (México: Siglo XXI Editores, 9ª Edición, 2010), 2:20-21.
[3]  Alvear Acevedo, Carlos, Historia de México,  (México: Noriega Editores, 2001), 244-249.
Procuraduría Agraria, “Ley de desamortización de bienes de manos muertas”, http://www.pa.gob.mx/publica/MARCO%20LEGAL%20PDF/LEY%20DESAM%20BIE%20MAN%20MUER.pdf (acceso mayo 05, 2016).
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, “Constitución Política de la República Mexicana de 1857”,  http://www.juridicas.unam.mx/infjur/leg/conshist/pdf/1857.pdf (acceso mayo 05, 2016).
[4] Meyer, La Cristiada,  2:33.
[5] 1926: “Ley sobre delitos y faltas en materia de culto religioso y disciplina externa”, consultado en: https://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1926-L-FMCR.html
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, “Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos que reforma la de 1857 (versión original de 1917)”, http://www.juridicas.unam.mx/infjur/leg/conshist/pdf/1917.pdf (acceso mayo 05, 2016).
[6] https://www.fideus.com/associacions%20-%20culturals%20-%20accion%20catolica.htm; Márquez, María Teresa, Anacleto González Flores, ¡Un espíritu encendido!, (México: Asociación Pro-Cultura Occidental, 2001), 45; Meyer, La Cristiada, 2:146; Gómez Robledo, Antonio, Anacleto González Flores “El maestro”, (México: Impre-Jal, 2001), 132-133.

[9] Meyer, La Cristiada, 2:46-53; Olmos Velázquez, Evaristo El Conflicto Religioso en México (México: Comisión de Historia Salesiana, 1999).
[10] Meyer, La Cristiada, 2:77.
[11] Barbosa Guzmán, Francisco, “La iglesia y el gobierno civil”, Aldana Rendón, Mario, Jalisco: desde la revolución, (Guadalajara, Jal. Universidad de Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco, 1987, Vol. 6), 113-123.
[12] [12] “Guerra a la Prensa Vendida” en La Palabra (versión facsimilar), (México: ImpreJal, 28 de Julio 1918), 1.
[13] Meyer, La Cristiada, 2:108.

[14] Gudrún, Kristín, “Los santos populares del norte de México” consultado en: https://erevistas.uacj.mx/ojs/index.php/cuadfront/article/viewFile/3467/2987
[15] Alvear, Historia de México, 309; Schlarmman, México tierra de volcanes,  610.

[16] Reyes, Juan Pablo, “Conoce el origen de la iglesia La Luz del Mundo”, consultado en: https://www.excelsior.com.mx/nacional/conoce-el-origen-de-la-iglesia-la-luz-del-mundo/1316723
[17] Schlarmman, México tierra de volcanes, 607.
[18] Meyer, La Cristiada, 1:95.
[19] Meyer, La Cristiada, 1:105-106.
[20] Meyer, La Cristiada, 1:103; 120.
[21] Meyer, La Cristiada, 1:104.
[22] Meyer, La Cristiada, 1:120.
[23] Meyer, La Cristiada, 1:120.
[24] Meyer, La Cristiada, 1:120; Gómez, Robledo, Anacleto González Flores “El maestro”, 141; Márquez, María Teresa, Anacleto González Flores ¡Un espíritu encendido!,  p. 46.
[25] Márquez, María Teresa, Anacleto González Flores ¡Un espíritu encendido!, 46.
[26] Meyer, La Cristiada, 1:121.
[27] M. González, Matar y morir por Cristo Rey, p. 31.
[28] Meyer, La Cristiada, 1:84
[29] Meyer, La Cristiada, 1:121
[30] Reynoso de Alba, Soledad, La actuación de la mujer en la Cristiada ¡lo que se hizo se hizo por Dios!, (México: Asociación Pro-Cultura Occidental, 2003), 41.
[31] Reynoso de Alba, Soledad, La actuación de la mujer en la Cristiada, p. 41.
[32] Meyer, La Cristiada, 1:50-52.
[33] Barbosa, “La Iglesia y el gobierno civil”, 293.
[34] Barbosa, “La Iglesia y el gobierno civil”, 293-295.

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