El
siglo XX: De la repartición de tierras al Zalatitán actual
La historia de Zalatitán en su mayoría es una
historia campesina, una historia de lucha por la tierra que va desde la época
colonial hasta nuestros días.
El fenómeno de la urbanización ha dado lugar a que
muchas personas de distintas partes de la ciudad estén poblando los alrededores
del pueblo en los últimos años. Se han construido varios fraccionamientos y
cotos en el territorio que aún pertenece a la Delegación Zalatitán, situación
que ha dado lugar a que las tierras para cultivo se hayan reducido. Hoy es
común ver un paisaje mezclado entre fraccionamientos y parcelas que aún siguen
en uso.
A principios del siglo XX, el agrarismo fue la
médula de la ideología y acción revolucionarias de México. Los campesinos
empuñaron las armas, a las órdenes de los líderes populares de la revolución Pancho
Villa y Emiliano Zapata, fundamentalmente acicateados por el propósito de
obtener tierras para trabajarlas.
Sin duda, el momento culminante del movimiento
agrarista llegó con el gobierno de Lázaro Cárdenas, en el período de los años
1934 a 1940, en que a través del programa de reforma agraria se distribuyeron
más de 18 millones de hectáreas a favor de un millón de campesinos.[1]
La lucha por la tierra y su posterior reparto
también benefició a los campesinos del pueblo de Zalatitán, quienes eran peones
de los ranchos y haciendas de la zona, los cuales fueron beneficiados con la
creación del ejido de Zalatitán mediante un decreto firmado por el general
Álvaro Obregón en 1923.[2]
Fueron entonces repartidas 370 hectáreas, unas pertenecientes a la hacienda de
Oblatos y otras a la finca “La Soledad”.
El hecho de haberse entregado tierras a los
ejidatarios y el ideal de proteger y defender sus parcelas hasta la muerte hizo
que naciera una nueva figura jurídica-política: el comisariado ejidal.[3] Al
mismo tiempo, el ideal agrarista hizo que surgieran las llamadas Defensas
Rurales, formadas por Delfino López, Pablo Santillán, Ángel Vega, Isabel García
entre otros,[4]
este fue cuerpo armado con autorización del propio ejército, encargado de
vigilar y dar seguridad a los campesinos.[5] El
ejido de Zalatitán abarcaba desde el pueblo hasta lo que hoy es la colonia
Jalisco y la barranca de Oblatos.
Por el año de 1939, don Delfino López, en
representación de todos los habitantes, se entrevistó con Lázaro Cárdenas,
quien se encontraba de gira en Guadalajara, se sabe que solicitó agua
potable y terreno para una escuela en Zalatitán, a lo que el presidente accedió
a su petición,[6]
lo cual comenzó a verse reflejado durante los años siguientes.
Zalatitán es desde la época prehispánica un pueblo
hortelano y se puede apreciar al pasar por las diversas parcelas en varias
temporadas del año los cultivos de hortalizas. Aunque no es la única actividad
agraria de la delegación, ya que también se cultiva maíz, frijol, cacahuate,
calabaza y muchos otros productos agrícolas.
Fotografía tomada de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
La
cristiada
Durante los años 1926 a 1929 se vivió el conflicto
entre la Iglesia y el Estado en gran parte del país, conocido como “cristiada”.
La gente en Zalatitán aún sigue siendo muy católica y sus habitantes de
aquellos años sufrieron, como en otras regiones, los problemas derivados de
dicho hecho histórico.
El conocer a fondo como sucedió dicho conflicto
podría ser un tema de investigación posterior, ya que se sabe que hubo líderes
cristeros que invitaron a la población a defender la causa cristera y se hizo
entrega de armas a todos los sumados a formar parte de esta. A la vez también
hubo presencia de “Federales” en búsqueda y persecución de cristeros.[7]
La
Presa de Osorio
Hubo dos presas en el terreno que ahora ocupa el actual
parque de la Solidaridad -ubicado al poniente del pueblo de Zalatitán y es
actualmente el límite oriental entre Guadalajara y Tonalá- la primera fue la de
El Molino, construida en 1903, y la segunda, que perduró varios años y fue de
gran beneficio para los campesinos del ejido Zalatitán, fue la de Osorio,
construida en 1948.[8]
Fotografía de la presa de Osorio
Actualmente sólo queda un pequeño espacio de agua de
la presa en medio del parque Solidaridad, y un arroyo –del mismo nombre- que
cruza de norte a sur, asimismo también se conserva la compuerta.
El parque Solidaridad fue inaugurado el 18 de enero
de 1991,[9]
durante el período de Carlos Salinas de Gortari, es un punto de paso obligado
para poder llegar de Tetlán a Zalatitán y viceversa, es, por su extensión de
110 hectáreas, uno de los pulmones urbanos de Guadalajara.
La compuerta de la presa de Osorio, aún existente en el parque Solidaridad
Algunas fotografías del parque Solidaridad
Zalatitán
en la actualidad
Los años cincuentas dieron lugar a algunos hechos de
crecimiento tecnológico para el pueblo, aunque con algunas décadas de retraso.
En el año 1954 la Compañía Eléctrica Chapala introdujo la red de energía
eléctrica, hecho que dio lugar a la Sociedad Cooperativa de Consumidores de
Energía Eléctrica de Zalatitán. El año de 1958 marcó el principio de la
conexión del pueblo con el Área Metropolitana de Guadalajara al introducir la
primera ruta de autobuses urbanos a este.[10]
Un autobús de la ruta 614 a finales de los años ochentas y principios de los noventas.
Fotografía tomada de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
El proceso de transformación de Zalatitán y su
integración al proceso de crecimiento urbano de Guadalajara –el cual sigue en
aumento- dio lugar de los años 1959 a la actualidad a cambios en su
infraestructura. Por ejemplo, se construyó una red de agua potable, un tanque
elevado para proveer de agua a los habitantes, centro de salud, lavaderos
públicos, una plaza de toros ya desaparecida, la cual llevaba por nombre el de
“La Esperanza”, se ubicaba en la calle González Ortega y Lázaro Cárdenas.[11]
El tanque elevado a un costado de la delegación.
Entre otros cambios que tuvo el pueblo fue el
traslado del panteón, el cual antes se ubicaba frente a la iglesia, y
actualmente se encuentra ahí el mercado municipal y un jardín de niños.
Antiguo panteón de Zalatitán
La calle principal para entrar a Zalatitán es la
calle Juárez, conocida como “calle Real”, ya que desde la época colonial era el
lugar de paso para quienes se trasladaban hacia Guadalajara desde Tololotlán,
Matatlán, Tonalá y Zapotlanejo.[12]
En esta calle se encuentran ubicadas algunas de las fincas más antiguas del
pueblo como la Delegación Municipal, así como es la entrada a la plaza.
Vista de la calle Juárez
El 22 de septiembre de 1993, un personaje popular del
pueblo, Donaciano Alatorre, montó una exposición fotográfica con más de 300
placas de personajes locales, panorámicas y otros tópicos al interior de la
Delegación Municipal, considerada la primer exposición de su tipo en el pueblo.
Zalatitán,
pueblo “pitero”
El término “pitero” no se refiere al sentido
despectivo con el que suele usarse dicha palabra. Se ha utilizado este término
para el pueblo de Zalatitán ya que, al igual que Tonalá y otros pueblos
pertenecientes al municipio, este también cuenta con una tradición artesanal
que al día de hoy se encuentra en peligro de extinción.
Artesanalmente, en Zalatitán se dedican a elaborar
los llamados pitos, ronderos o silbatos, estas son figuras de barro en forma de
paloma, lechuza o tecolote, son modeladas a mano y emiten, al ser sopladas, los
sonidos de semejantes animales.[13]
Era costumbre de varias familias del pueblo ir a los
bancos de barro ubicados a los alrededores del pueblo. Tristemente, en la
actualidad han desaparecido casi por completo estos lugares debido a la
invasión urbana: casas, colonias y fraccionamientos construidos sobre estos.
Las familias que ya sabían el negocio de los pitos
se reunían en el patio de sus casas, bajo la sombra de los árboles, para amasar
el barro, hacer unas docenas desde el amanecer hasta las tres o cinco de la
tarde y se prendía el horno para comenzar a “quemar”. Todo lo que se quemaba se
juntaba para pedidos que se hacían en Tonalá y para ir a vender a la fiesta de
San Juan de los Lagos el 2 de febrero. Durante todo el año, alternaban la
actividad artesanal con la cosecha de hortalizas cuando llegaba la temporada
para sembrar.[14]
Pitos de Zalatitán. Foto tomada de facebook: Mi Zalatitán pueblito querido
Fiestas
y tradiciones
En Zalatitán hay tres fiestas principales de gran
importancia para el pueblo, festividades que muestran la religiosidad que aún
sigue fuerte en el pueblo a pesar de los cambios espirituales que ha provocado
la modernidad en los últimos años.
La primera es el 15 de agosto en honor a la Virgen
del Tránsito o la Asunción, es durante esta donde se lleva a cabo la
tradicional jugada de los tastoanes, la cual describiré líneas abajo; la
segunda es el último viernes del mes de septiembre, conocida como “misa del
buen temporal”, fiesta en la cual los campesinos agradecen a
“Nuestro Padre Jesús” (como popularmente se le conoce a la figura del Divino
Preso o el Nazareno) por las buenas cosechas obtenidas; la última celebración,
que es la fiesta patronal del pueblo, es el 8 de diciembre en honor a la
Inmaculada Concepción.[15]
Durante
las tres fiestas celebradas en Zalatitán, es común ver “celebraciones,
devoción, peregrinaciones, cantos, rezos, plegarias, pero también baile y
cerveza, es una combinación de lo sacro y lo profano, lo pagano y lo religioso,
un sincretismo cultural muy particular.”[16]
Es
muy común que en varios sitios la fiesta sea por lo general dedicada al Santo
Patrono en la fecha en que la iglesia celebra su día. En Zalatitán, y no es
excepción frente a otros pueblos, existen tres devociones a quiénes se les
dedican los festejos antes mencionados; la Virgen del Tránsito, que no es la
Santa Patrona, es también llamada “Virgen de los Tastoanes”; es en su festejo
cuando se realizan las famosas “corridas” de tastoanes.
Las
corridas no es la única actividad del festejo, también se realizan mañanitas a
la Virgen, misas durante el día, procesiones, música y juegos pirotécnicos por
la noche. Todo esto ocurre del 13 al 15 de agosto y es organizada por el grupo
de “tastoanes” y el sacerdote de la parroquia.[17]
La
segunda fiesta, la misa del buen temporal, que se celebra en honor de Jesús de
Nazaret, tiene la finalidad de dar gracias por la buena cosecha del año y pedir
por la próxima. Esta es organizada por los ejidatarios y agricultores del
pueblo. Aunque en la época del agrarismo y la revolución mexicana hubo algunas
diferencias entre agraristas y el clero, hoy es posible ver que las tradiciones
religiosas en la cultura de muchos campesinos sigue vigente en la actualidad, y
esta festividad es una prueba de ello.
La
devoción de esta fiesta es una imagen conocida por la comunidad como “Nuestro
Padre Jesús”. Se trata de una imagen antigua construida en madera tallada. No
se sabe el origen de esta imagen, aunque Maricela Olivares Torres narra desde
información que recolectó de forma oral, que un hombre desconocido donó la
imagen a la parroquia para que fuese adorada por la comunidad; otra versión,
que suena más bien a una leyenda, cuenta que primero apareció una cabeza de
piedra con el rostro de Jesús y posteriormente se formó el cuerpo.[18]
A
las 5:30 de la mañana inicia la celebración con las “mañanitas” con bandas,
oraciones y alabanzas a la imagen. Durante el día se realizan tres misas en
honor a los ejidatarios y campesinos; en la misa de medio día se hacen ofrendas
(hortalizas, flores, maíz) para que sean bendecidas por el sacerdote. El templo
es decorado con milpas de maíz y las calles son adornadas con las llamadas
“composturas”,[19]
con los colores correspondientes al vestido de Cristo.
Por
la tarde, tiene lugar una procesión donde la imagen sale del templo cargada en
un tablado por cuatro personas y es adornado con flores, todo corre a cargo de
la “Cofradía de Jesús de Nazaret”; muchos de los creyentes, en su mayoría
niños, a manera de penitencia realizan el recorrido vestidos y descalzos como
la imagen religiosa, se reza el rosario y se alterna con alabanzas con música
de banda, se truenan cohetes entre otras cosas.[20]
Es
importante mencionar que esta fiesta del buen temporal no es única de
Zalatitán, ya que también es celebrada en otros pueblos como San Gaspar en la
misma fecha.
La
fiesta patronal se festeja en forma de novenario del 30 de noviembre al 8 de
diciembre, su organización corre a cargo del cura de la parroquia y el delegado
municipal, así como las parroquias y capellanías de los alrededores para formar
parte de la peregrinación.[21]
Cada
día se festeja con “mañanitas” a las 5:30 de la mañana, misas, procesiones,
música en la plaza y fuegos artificiales. Esta festividad se hacía antes sólo
el 8 de diciembre, lo que ocasionaba confusión en el pueblo respecto a la
imagen titular de la parroquia, ya que se organizaba con más fervor la fiesta
del 15 de agosto.[22]
Nuestro Padre Jesús. Foto tomada de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
Grupo de Tastoanes frente a la delegación municial. Foto tomada de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
Los “tastoanes”
En
una entrada posterior también se hará mención de los tastoanes de Tonalá, que
también son famosos entre algunas personas al hacer mención del pueblo, pero
como ya he mencionado anteriormente, este sitio no es el único donde ocurren
las llamadas corridas.
El
ritual de los tastoanes tiene su origen en la representación de “moros y
cristianos”, traído por los misioneros franciscanos como instrumento de
evangelización. [23]
Esta
festividad también se celebra, desde hace varios siglos en los viejos barrios y
poblados indígenas que forman parte del área metropolitana de Guadalajara,
algunas regiones de Jalisco fuera de estas y Zacatecas, tales como Mezquitán,
San Andrés, Huentitán, Jocotán, Santa Ana Tepetitlán, San Juan de Ocotán,
Moyahua, Juchipila, Santa Cruz de las Huertas, Zalatitán y Tonalá por mencionar
algunos.[24]
Desde
los últimos tres siglos, se han realizado las corridas de tastoanes en
Zalatitán, presentándose en la plaza principal ubicada frente a la calle Juárez
frente a la delegación municipal. El ritual consiste en identificar a los
tastoanes como salvajes y paganos que toman posesión del espacio habitado.[25] Aunque es importante
aclarar que las corridas y el ritual que llevan estas, suele ser diferente –con
sus parecidos- en los diferentes pueblos donde ocurren, incluso la vestimenta o
diseño de las máscaras utilizadas por ellos, puede también variar.
Una corrida y un tastoan de Zalatitán. Fotografías tomadas de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
Descripción de la iglesia de la
Inmaculada Concepción
Zalatitán
cuenta –al igual que otros pueblos a su alrededor- con algunas joyas
pertenecientes a la época colonial, aunque la mayor de estas y mejor
conservadas es su iglesia.
La
iglesia, al igual que en Tetlán, está dedicada a la Inmaculada Concepción,
incluso esto ha generado algunos problemas en cuanto a festividades con los
vecinos de los dos pueblos dada su cercanía.
Esta
consta de un atrio delimitado por una barbacana –es así como se le denomina al
muro de la entrada- con columnas cuadradas de capitel dórico y rematadas por
almenas, arco de medio punto sostenido por dos columnas dóricas también
cuadradas, una clave que consiste en un relieve de dos rosas y rematada en
medio por una cruz; de estas existen dos, una por el lado norte y otra por el
oriente.
La fachada
es de estilo renacentista conformada por arco de medio punto con clave que
tiene por relieve un querubín, el símbolo de la Virgen María, flores y hoja de
acanto, a los costados de esta, podemos ver relieves que simbolizan las hojas
ya mencionadas; el mencionado arco, descansa sobre dos pilastras de estilo
toscano, mismas que tienen a sus extremos dos pilastras toscanas con fuste
acanalado que sostienen el arquitrabe y sobre la cornisa podemos ver dos
almenas a los costados y la ventana de coro con marco de cantera y piedra
clave, sobre esta se encuentra otra cornisa y un remate de medio círculo que
tiene en la parte superior una cruz de doble madero, la cual simboliza a Cristo
como Dios y hombre.
A
los costados de la puerta se encuentran dos contrafuertes, y si miramos la
fachada en general, cuenta con otros dos del lado sur y uno más del lado norte.
Sobre la cornisa, al extremo sur de la iglesia, se encuentra una escultura de
San Cristóbal, mientras que en la esquina norte se encuentra una almena.
Al
costado norte y un poco detrás de la fachada se ubica el campanario que es de
una sola planta cuadrada y dos cuerpos, que incluye un vano que parece arco de
medio punto y rematado por un capitel y cruz. A los costados del primer cuerpo
cuenta con almenas.
Al
interior de la iglesia se puede apreciar el balcón de coro al ingresar, que es
algo diferente de otras iglesias ya que tiene forma de cruz, este mismo cuenta
con un pequeño órgano electrónico al frente y uno viejo a un costado. La planta
es de tres naves conformada por arcos de medio punto sin clave y columnas
toscanas estriadas.
Cuenta también con una capilla al costado sur junto
a la entrada, donde se encuentra el altar a “Nuestro Padre Jesús”, que consta
de el lugar donde se colocaba la piedra de ara, la figura mencionada de Cristo
al centro en una vitrina que cuenta con columnas corintias a sus costados, las
cuales sostienen el arquitrabe, sobre la parte superior, arriba de la cornisa,
se encuentra una salvaguarda del sagrado corazón flanqueada por dos ángeles. En
el lado norte también se cuenta con otra capilla.
Al
fondo, en el altar se puede apreciar en primer lugar un arco triunfal de medio
punto hecho de cantera gris con una clave adornada de color dorado. El retablo,
que es una mezcla de barroco y neoclásico, consta de la custodia y tres
imágenes, al centro la imagen de la santa patrona, la Virgen de la Inmaculada
Concepción, al lado izquierdo una imagen de Cristo y al costado derecho una
imagen de San José.
El
mismo retablo consta de ocho columnas compuestas, de estilo corintio y jónico
las cuales sostienen el arquitrabe, dividido en tres partes sobre las imágenes
mencionadas, consta de una cornisa en la parte inferior con claves doradas
sobre las mismas figuras de santos, y una cornisa superior también con claves
en color dorado. Sobre el mismo arquitrabe hay cuatro almenas distribuidas dos
a los costados y dos al centro del altar, sobre el cual remata una figura de
Jesús crucificado flanqueado por cuatro columnas compuestas de los estilos ya
mencionados y una cornisa en la parte superior.
A
los costados del interior de la iglesia, próximos al arco triunfal, se
encuentran dos altares, uno a la izquierda, dedicado a San Martín de Porres, y
otro a la derecha dedicado a la Virgen de Guadalupe.
El
primer altar consta de cuatro columnas compuestas de estilo jónico y toscano
que flanquean la imagen del santo mencionado, estas mismas sostienen cada una
un arquitrabe con cornisa en la parte superior, de estas, las columnas en los
extremos derecho e izquierdo están rematadas por almenas sobre las cornisas, y
las dos columnas centrales sostienen un frontón sobrebajado con una almena en
la parte superior, además cuenta con un símbolo que representa a la Santísima
Trinidad.
El
segundo altar, que es más sencillo, consiste en dos columnas compuestas de
estilo jónico y toscano a los lados de la imagen de la Virgen, las cuales
sostienen un arquitrabe y esta un frontón circular que tiene como centro el
símbolo de la Virgen María y en la parte superior dos almenas a los costados.
Retablo, iglesia de la Inmaculada Concepción. Sólo esta no es de mi autoría, fue tomada de facebook: Mi pueblo Zalatitán Jalisco
Comentario final
Investigar
la historia del pueblo de Zalatitán fue algo más complicado de hacer que la
historia que publiqué la entrada anterior acerca de Tetlán, ya que encontré
mayor información y tuve que consultar en bibliotecas, archivos en línea –lo poco
que se puede mostrar en sus páginas- e incluso dar vueltas al pueblo de
Zalatitán para conocerlo y poder conseguir algunos silbatos, situación esta
última que a la fecha no he podido lograr.
Es
un poco romántico decir que me he enamorado de la historia de este pueblo, ya
que la historia de la Zona Metropolitana de Guadalajara se ha limitado en su mayoría
al centro de la ciudad y algunos de sus alrededores, como también al relato
histórico de las cabeceras municipales que la conforman.
Zalatitán
pareciera históricamente un pueblo olvidado cuando se trata de un pueblo con
mucha historia así como otros de la misma Zona Metropolitana, su historia es,
como lo mencioné en un apartado anterior, la de un pueblo campesino desde la
época colonial, así también la de un pueblo de artesanos y en el que se puede
notar que la vida religiosa tuvo y sigue teniendo mucha influencia entre sus
pobladores.
Es
triste saber que en la actualidad mucha gente al escuchar sobre dicho lugar,
automáticamente lo relacionen con la inseguridad y delincuencia que puede haber
en este o sus alrededores, lejos de esos problemas, que son actuales en toda la
Ciudad de Guadalajara, es un pueblo muy bonito que quisiera recomendar a todos
ustedes, lectores, a visitarlo, ya sea un fin de semana, una tarde-noche, o
durante alguna de sus fiestas para conocer más de este, su gente, sus
costumbres y apoyar a su economía como lo hacemos viajando a otros lugares.
De
verdad no siempre es necesario salir de la ciudad para conocer lugares
interesantes.
Lee la primera parte en el siguiente enlace: https://historiasdelmaster.blogspot.com/2020/02/el-historico-pueblo-de-zalatitan-parte-1.html
José Eduardo González Amador.
Pasante de licenciatura en historia
Universidad de Guadalajara
[3] Figueroa, Op. Cit. p.81
[4] Ortega
Sánchez, Op. Cit. p. 85
[5] Figueroa, Op. Cit. p. 82
[6] Ortega Sánchez, Op. Cit. p. 85
[7] Figueroa, Op. Cit. pp. 96-97
[8] Figueroa, Op. Cit. p. 147
[9]Coria
Ocampo, Miguel Adrián, Parque de la
solidaridad iberoamericana. Pulmón y espacio lúdico del oriente tapatío, en
Crónica Jalisco, Jalisco, 19 de Agosto del 2015, consultado en https://www.cronicajalisco.com/notas/2015/49812.html
[10] Figueroa, Op. Cit. p. 147
[11] Figueroa, Op. Cit. pp. 68, 148.
[12] Figueroa, Op. Cit. p. 65
[14] Figueroa, Op. Cit. pp. 54-56
[15]Basulto Lemus, Op. Cit. p. 40; Olivares, Torres, Maricela,
“Zalatitán: fiestas y tradiciones religiosas” en GONZÁLEZ RAMÍREZ, Laura (coord.), Historias de Santiago de Tonalá, Guadalajara,
Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco, 2009., p. 89
[16] Olivares Torres, Op. Cit. p. 89
[17] Olivares Torres, Op. Cit. p. 90
[18] Olivares Torres, Op. Cit. p. 99
[19] Papel picado que adorna las
puertas de las casas
[20]Olivares Torres, Op. Cit, pp. 99-100
[21] Olivares Torres, Op. Cit. p. 103
[22] Olivares Torres, Op. Cit. p. 104
[23]Olivares Torres, Op. Cit. p. 90
[24] Olivares Torres, Op. Cit. p. 90
[25] Olivares Torres, Op. Cit. p. 90
FELICIDADES MI ESTIMADO EDY GONZALEZ, ES UN EXCELENTE TRABAJO EL QUE HA REALIZADO EN LA HISTORIA DE ZALATITAN, Y TODAS LAS COMUNIDADES ORGULLOSAMENTE MENCIONADAS, HE APRENDIDO MAS DE MI GRANDIOSO PUEBLO QUE ME VIO NACER Y CRECER, AGRADEZCO HABER LEIDO SU MAJESTUOSA OBRA, EL SABER QUE PARTICIPO DON DELFINO LOPEZ, (MI TATARABUELO, ORGULLOSAMENTE LO DIGO) PABLO SANTILLAN, ANGEL VEGA, ISABEL GARCIA, ENTRE OTROS, Y A TODOS SUS HABITANTES DE ESE MOMENTO, Y TODO EN GRAN BENEFICIO DE SUS HABITANTES Y DE LA SOCIEDAD. GRACIAS GRACIAS POR COMPARTIR SU CONOCIMIENTO Y ALEGRIA. ATENTAMENTE DR.JUAN MANUEL LOPEZ RAMIREZ.
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